Nos estamos acercando a una deflación (una inflación negativa) cuando los precios realmente comenzarán a bajar. Cuando la inflación está en 0 % significa que los precios no están subiendo, ni bajando. En comparación con octubre del año pasado, el precio del gas cayó un 55 %, el de la electricidad un 48 % y el del diésel un 14,5 %, mientras que los billetes de avión aumentaron un 22,7 % en precio, los alquileres vacacionales un 26,6 %, el aceite de oliva un 29,9 % y el azúcar un 50 %.