En los dos últimos años, más de cien familias alemanas se han trasladado a los municipios fronterizos de Sønderborg, Tønder y Aabenraa. ¿El motivo? La posibilidad de educar a sus hijos en casa. En Dinamarca hay 10 años de educación obligatoria, pero no existe la escolaridad obligatoria, cosa que sí sucede en Alemania. Esto significa que en Dinamarca las familias pueden elegir cómo educar a sus hijos.
La educación en casa atrae a personas alemanas a Dinamarca
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