según el ministro del Clima, Lars Aargaard. Esta declaración ha creado polémica en Dinamarca y los ciudadanos acusan al gobierno de que no está dispuesto a tomar las decisiones difíciles e impopulares que permitirán a Dinamarca mantener su compromiso de reducir las emisiones de CO2 en un 70 % hasta 2030.
- En el otro lado del espectro político, la líder de la extrema derecha Nye Borgerlige, Pernille Vermund, se muestra sorprendida de que la gente quiera que “baje la temperatura” , cuando en realidad deberíamos esperar veranos más cálidos en Dinamarca.