Una gran mayoría en el Parlamento adoptó el paquete contra las pandillas presentado por el gobierno en septiembre. Entre algunas de las medidas se encuentran: los restaurantes y tiendas pueden tener camaras hasta unos 100 metros en las vías públicas (vigilancia de televisión extendida, actualmente son 30 metros), la posesión de cuchillos y la violencia utilizada para humillar la dignidad de las personas serán castigadas más severamente, la policía debería poder utilizar agentes civiles y realizar escuchas telefónicas, se volvió ilegal reclutar a menores en pandillas y más enfoque en los hermanos de los miembros de pandillas.