una propuesta ciudadana (que reunió las 50 000 firmas necesarias para ser debatida en el Parlamento) propone que debería haber una prohibición del marketing basado en el comportamiento y la recopilación de datos de menores de 16 años; la prohibición de prácticas de diseño manipulador; la introducción de una «evaluación de impacto infantil» en servicios o productos tecnológicos dirigidos a niños; limitar el acceso a plataformas de redes sociales y sitios web pornográficos para menores de edad.
- La Primera Ministra apoya la idea de regular la relación entre las empresas tecnológicas y las infancias.