Columna especial sobre Dinamarca y asuntos de actualidad en Latinoamerica.
El pasado 28 de julio, Venezuela vivió unas disputadas y polémicas elecciones. Bajo acusaciones de intimidación de votantes, cambios de última hora de puestos de votación, y modificación de los horarios para depositar el voto, estas fueron sólo algunas de las dificultades del día electoral. A dichos problemas se le sumó una grave polémica: las actas de resultados no fueron publicadas y, en un audaz movimiento, el Tribunal Electoral rechazó las disputas y declaró como Presidente a Nicolás Maduro – decisión que fue recientemente confirmada por el Tribunal Supremo de Venezuela.
¿Cuál ha sido el pronunciamiento del Gobierno Danés? Hasta el momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha producido una comunicación oficial sobre el asunto. Sin embargo, como miembro de la Unión Europea, ha mostrado su apoyo a la posición oficial de este organismo, el cual no reconoce el resultado de dichas elecciones. Sin embargo, cientos de venezolanos residentes en Dinamarca han organizado demostraciones para exigir que la voluntad de los votantes sea respetada. También, el Jyllands-Posten hizo esta reseña sobre la historia de una migrante venezolana en Copenhague.
Pareciera que esta crisis sólo empeorará las relaciones diplomáticas entre Dinamarca y Venezuela. Entre ambos países no hay relaciones diplomáticas directas y todas las negociaciones se llevan a través de las embajadas concurrentes en Colombia y Noruega. Y aunque ambos países han intentado suscribir acuerdos para prestar servicios de asistencia consular y migratoria, estos esfuerzos no han sido exitosos. Al contrario, Dinamarca continua apoyando las sanciones impuestas por la UE contra el gobierno venezolano.
Mientras tanto, en Venezuela las protestas continúan. Por eso, Dinamarca tiene la responsabilidad de continuar ofreciendo asistencia a la crisis humanitaria que se vive en ese país, a través de ayuda directa y por intermedio de los diferentes programas de la Unión Europea. El compromiso activo de Dinamarca de cara a esta crisis puede marcar una diferencia significativa en el futuro de Venezuela y en la promoción de los valores democráticos en la región.